LA
LEGALIZACIÓN DEL ABORTO
Por Pr. Carlos A. Varas W.,
Iglesia Evangélica Bautista
Hoy, una “encuesta” radial, captó mi atención, y disparó esta breve
reflexión sobre el tema del aborto. Se argumentaba que la mayor causa de muerte
en la mujer, es por causa de los abortos, sin citar fuentes, ni datos
comprobables.
¡Cuánta razón! Si uno toma la cantidad de abortos que se dan mensualmente
en nuestro país, son miles los niños y niñas asesinados de este
modo.
Por otro lado, pensar que la legalización del aborto acabará con las
madres que pierden su vida en esta práctica es tan fantasioso como pensar que
esto es una solución.
El costo de un aborto “legalizado”, seguirá cobrando víctimas de personas
que no tendrán los “honorarios de este trabajito”, más la ignorancia que muchas
veces hay en algunas personas que escogen “esta salida”.
Como país, ya transcendimos al legalizar la unión de homosexuales,
haciendo “normal”, lo “inmoral”. Este país no puede controlar lo que inició (los
piqueteros), cómo lo harán con algo tan importante como las vidas que están en
juego, más los millonarios intereses que mueve la medicina
privada.
El problema de la gran cantidad de jovencitas y adolescentes embarazadas
pasa por otro lado. Tiene que ver con varios factores. Solo mencionaré algunos:
la caída de los valores, por la desintegración de la familia, por la
exacerbación de los sentidos (“Hace la tuya”), por este tiempo donde el mensaje
es “pásala bien”, aunque esto sea hipotecar tu futuro.
En esto “todo vale”, tal vez sería necesario buscar soluciones más sanas,
más honestas.
Hay un gran negocio en la medicina, pero ésta no está al alcance de
todos, y la franja de población que puede ingresar en las obras sociales o
prepagas, irá disminuyendo, en la misma medida que este país mantenga este rumbo
(totalmente indefinido).
Es mejor una revalorización de la familia, de las salidas, del propósitos
(o despropósito) de los centros bailables, en muchos casos, verdaderos
centros de distribución de alcohol, de drogas, de abusos (patovicas),
de relaciones ocasionales que deterioran más a nuestra juventud extraviada y
ocupada solo en divertirse, haciéndole el juego a intereses que ven a esta masa
de personas como receptores de su voraz política
consumidora.
La gran cantidad de personas que están de acuerdo con el aborto, muestra
el estado de nuestros valores. ¿Y después, cuál será su próxima
propuesta?
Aunque este es un acercamiento al tema, algo está mal en nuestro país.
Hay otras opciones para el embarazo no deseado. En primer lugar, un cambio de vida, vivir
de otro modo, no despilfarrándola, ni malgastando tu juventud en drogas,
alcohol, y salidas a lugares bailables. En segundo lugar, si te equivocas y
malusas el regalo de tu sexualidad, da vida, no muerte. Hay cientos de
parejas, deseosas de adoptar (otra gigantesca falla de nuestra legislación), de
tener un niño o niña en sus brazos.
Si eres muy chica para tener un bebe, primero replantea tu estilo de
vida, se puede vivir y disfrutar de otro modo. La inestabilidad de las parejas
actuales es una clara evidencia que el actual estilo de vida de la juventud está
en jaque, que no resulta.
En segundo lugar, ámate a vos misma. Este proceso de deterioro está en
aumento. El día, de mañana –si tenés hijas, vaya a saber qué cuestionamiento
tendrás que resolver, si esto mantiene este rumbo (o mejor dijo, este
desandar).
Como padre, tengo tres hijas, no deseo que nuestras “niñas” añadan a sus
conversaciones “yo tuve tres novios”, “yo salgo con dos a la vez”, “Y yo ya
llevo cuatro abortos, total ahora es fácil y “legal”.”. Esto último, no es
sinónimo de correcto, de hacer lo que está bien. Legalmente se puede evadir
impuestos, salir de la cárcel, aún siendo culpables, legalmente, el Estado
paga en "negro" a los maestros (adicional no remunerativo). "legalmente", Bush
invadió y asesinó en Irán...
Estimada joven, vives, existes, porque alguien, tu madre, escogió la
vida. Piénsalo mejor. Vive mejor. Lo que siembres, eso
cosecharás.